Leyes de la vida

_Respiras, te pones de pie y antes de avanzar hechas un último repaso a la materia. El profesor te observa, analiza tus gestos y sonrie cinico frente a tus temores, te sientas en aquella silla, tan fría, el yugo que no deseas cargar.

_Comienzan a preguntar, respondes solemne, piensas, porque esto, porque no aquello, maldices que te pregunten aquello y hablas, porque en el quedarse callado esta el peor error de tus ejecuciones, callar significa morir, y este caso tus labios permanecer cerrados más de lo estrictamente necesario. Hablas de la vida, de lo que crees y por último hasta de lo que supones, ¿Qué más da ser humillado? si ya estas frente al curso con las miradas ajenas pegadas en la retaguardia y los ojos inquisitivos de los profesor ya no hacen más que recusar tus actos. Y sigues, y continuas, y eres vago, exacto y perfecto a la vez, dicen basta y paras, te retiras y ellos sorien, acabas, te entregan el papel, ya puedes irte a casa.