Leyes de la vida

_Una masa definida entre las sombras se reflejo en nuestras pupilas, al fin habían respondido a nuestros llamados, llevamos ahí un par de minutos pero las siluetas parecían ni inmutarse por nuestro estar, a Francisco y Cinthia parecía irritarles, a mi me causaba un estado semejante al del alcohol traspasando el espacio de mi paladar.
_Nos hayamos a varios kilómetros de las estructuras de la ciudadela, en una parcela con la compañía de unos cuerpos sin rostros que nos saludaban sin boca, me acerque para darle un beso en la mejilla a uno de los cuerpos pero la inestabilidad del frío y un resfrió que me atormentaba hizo que calcular pesimamente las distancias y chocara contra el rostro del desconocido, creo que en ese momento el rió y yo lo hice conjuntamente.
_Los rostros en la casa parecían tener un leve encanto, un sabor a pisco, ron y alguna bebida gaseosa rondandoles, pero el tibio color de la influencia de estos aun era evidentemente lejana, parecían reírse fingiendo, parecían intentar aun acodarse a las circunstancias del como carretear.
_Cuando divise los fragmentos de muralla, las sillas y la disposición de las cosas sobre las cuales se sostenía aquella casa recordé que esa no era la primera vez que estaba allí, esos muebles reconocían mi olor, la mesa contenía un suspiro de mis labios y las paredes murmuraban acerca de los eventos que habían transcurrido hacía casi un año atrás... será, momentos de un ayer que no era preciso rememorar pero lamentablemente las cosas tiene ese evidente sabor a desgaste, a lo anterior que hace pensar.evadir situaciones,
_Francisco y Cinthia se separan de mi persona, de pronto me veo con un vaso de un líquido impertinente y sentada al lado de casi perfectos extraños, del personaje que esta a mi derecha reconozco eso si el perfil de la cara, a él le bese en la entrada e igualmente lo he visto un par de veces en la Universidad, le observo coqueta un instante y algo en tales circunstancias me hace contemplarle de forma diversa, tal vez son sus ojos cafes mixeados con verde... me rió nuevamente, su persona me inquieta. Así me encuentro jugando domino, ni siquiera se cual es la finalidad, no se jugar, no conozco las estrategias y ni entiendo bien que hay que hacer, pero alli me hayo, y sin querer esos ojos me absorben y sin tener conciencia sigo bebiendo.
_Noche, presurosa noche, ¿Acaso no me puedes conceder más minutos?, siento sus ojos en mis caderas, siento las palabras en mis senos. Recorro el mundo con sus ridsar, con la forma de sus fantasías, con las maldiciones que atribuye a la vida. Libras, somos dos Libras, luchando con una balanza que nos exige una distribución equitativas de nuestros deseos, luchando por la armonía acabamos en la derrota.
_Tal vez son las 2, tal vez ya he muerto y el sabor de la situación tiene estos carácteres. En la noche mis sensaciones exacerbadas por la continuidad del viento en mis hombros, tengo a su persona a un costado, tengo un ansia presurosa de besarle, de acabar con este deseo que me carcome, tengo deseos de sentirlo en mi boca, insinuandose a través de mis cabellos, culminando en las instancias que mi virtud insoslayable retener el impulso de mis verdades, las estrellas sostienen por momentos mis fantasias y él habla en sentir, de sus labios la prosa que alimenta mi sed, de sus labios la voz profunda que adormece el último aliento de cordura.
_Tomas mi mano y encauzas tus dedos entre los míos, nos hayamos en una de las esquinas de la casa, lejos del bullicio y del alcohol que nos llevo a esto, nadie a denotado nuestra conjunta ausencia; el cesped esta tranquilo húmedo ante la aparición del roció, la noche todavía es plena, la muralla protege nuestros intentos, siento como tu pecho brama, sientes como mi ser entiende de tu recorrer, mis ojos se ven confrontados a un negro petreo, mi piel comprende tu piel, y en la llovizna que conforma una capa sobre nuestros placeres mi cuerpo, mis setidos, mi esencia abandona la niñez.