Leyes de la vida

_Ayer volvi a perder la constancia de relatar lo vacío y escueto del día.
_No hable con él pero lo observe desde la distancia queriendo, rogando que buscara una excusa y se me acercára, me entretuve entonces obsecionada en sus gestos de los cuales solo podía interpretar al menos una felicidad transitoria, la simpleza de los hombres... con esa simpleza le mire oculta sin que el notara mis ojos colocados en su espalda, mis dedos puestos en sus mejillas, mis labios calidos en su boca.